dimecres, 31 de juliol del 2013

¿QUE ES EL GLUTEN? ¿ES RECOMENDABLE?

Si uno intenta enterarse bien de qué son el gluten, la gliadina, las prolaminas o la glutenina en la Wikipedia (inglés o español) o en diferentes páginas web literalmente puede volverse loco porque la información contradictoria es abundante.

Entre los complejos de proteínas que contienen los cereales hay uno compuesto por una prolamina (llamada así porque es rica en los aminoácidos prolina) y otra proteína llamada glutenina (que a pesar de su nombre no es la causante de la celiaquía).

La prolamina de ese complejo proteínico es diferente en cada cereal y como en muchas páginas web aparece el listado de cereales, cada uno con su prolamina al lado, yo no voy a ser menos.

Cereal
Prolamina

Trigo
gliadina

Cebada
hordeína

Centeno
secalina

Avena
avenina

Maíz
zeína

Arroz
orzeína

Sorgo
kafirina

Mijo
panicina

Tef
(1)

(1) no he logrado encontrar el nombre de la prolamina del tef. Se suele hacer referencia a ella simplemente como prolamina así que es posible que no tenga nombre propio.


Cuando se busca qué es el gluten la respuesta más habitual es que es el complejo proteínico formado por glutenina y gliadina (la prolamina del trigo), pero en la práctica la palabra gluten se utiliza cuando nos referimos a cualquiera de los complejos cuya prolamina produce intolerancia a los celíacos: gliadina, hordeína, secalina y avenina (más o menos). En definitiva, trigo, cebada, centeno y avena (de nuevo, más o menos).


Ese más o menos es porque sobre la avena hay dudas de que sea o no apta para celíacos. Lo que es cierto es que la mayor parte de las proteínas de la avena están en forma de avelina (una globulina parecida a las proteínas presentes en las legumbres) y no de avenina (la prolamina de la avena).


Las informaciones contradictorias que he encontrado son:

Que no tiene gluten pero que siempre está contaminada, sea en el campo o durante su refinado. En este caso la avenina no produciría intolerancia.
Que hay variedades con gluten y variedades sin gluten. Supongo que se refieren a que hay variedades con y sin avenina.

Sea como sea, en la práctica quiere decir que la avena también hay que evitarla.

¿Y el resto de los cereales?
El resto de los cereales son aptos para que los consuma una persona que sigue dieta sin gluten pero que algo sea apto no quiere decir que sea recomendable.



Algunos de los múltiples tipos de arroz que existen. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: arborio, basmati, jazmín, bomba, salvaje (que realmente no es arroz) y semi-integral.



Esta página no va a hablar sólo sobre cómo se alimenta un celíaco que hace deporte sino también de un tipo de dieta no muy nueva pero que sí se está extendiendo entre algunos grupos los aficionados al deporte: la dieta paleolítica o dieta de tipo evolutivo. Este tipo de dieta tiene unos pocos rasgos básicos comunes, por ejemplo la ausencia total de cereales (sobre todo los que contienen gluten), pero admite adaptaciones para cada persona.


En próximos artículos explicaremos, entre otras cosas, los rasgos básicos de esta dieta, por qué elimina los cereales (entre otros alimentos) y qué hace que tantos deportistas hayan comenzado a probarla

dimarts, 30 de juliol del 2013

¿EL ALCOHOL ENGORDA?

Según los resultados del estudio recogido por el Servicio de información y Noticias Científicas (SINC) la ingesta continua de alcohol está relacionada con la obesidad abdominal, y por si fuera poco, implica mayor riesgo de mortalidad en adultos.

Este estudio sugiere que el consumo de alcohol a lo largo de la vida produce adiposidad abdominal con el lógico aumento del perímetro de la cintura. La investigación, realizada durante la friolera de nueve años, recogió una muestra de 258.177 individuos de entre 25 y 70 años, de países como Francia, Italia, Grecia, Holanda, Alemania, Suecia, Noruega, Reino Unido y España. Y según comenta una de sus autoras, María Dolores Chirlaque, "es el único estudio realizado hasta la fecha que analiza el consumo de alcohol en una amplia muestra de personas adultas de diferentes regiones europeas y examina el papel de la exposición durante largo tiempo al alcohol en la obesidad abdominal y general".

No obstante, el estudio señala que los mayores incrementos del perímetro de la cintura se observan en consumos altos de alcohol, por lo que no desaconseja un consumo moderado.
"Queda ahora por analizar si el abandono del uso del alcohol, o un consumo bajo de éste, revierte la obesidad abdominal y en cuánto tiempo", ha explicado Chirlaque.

¿ES SANO COMER ALGAS DE MAR?


Las algas, son un alimento muy nutritivo, rico en vitaminas, minerales y con propiedades reductoras, una particularidad que hace de este alimento un básico en las dietas de adelgazamiento. Son también un excelente suplemento para las personas vegetarianas, ya que algunas variedades congregan altas cantidades de fibra, hierro y proteínas. A continuación os citamos las algas más comunes:

  • Alga Hiziki. Se toma con frecuencia como guarnición y en ensaladas. Es una de las más sabrosas, aunque sus propiedades nutricionales no son tan buenas como otras, ya que su composición en vitaminas y minerales es algo inferior a la del resto de algas. Aporta cantidades considerables de hierro y vitaminas del grupo B, adecuado para la prevención de anemias. Es rica en fósforo, provitamina A y antioxidantes. Su uso está recomendado para la vista, enfermedades degenerativas, mejora de la memoria, problemas de piel y, sobre todo, para aumentar la resistencia a las radiaciones ultravioletas. Pero tiene un inconveniente: su posible contenido en arsénico inorgánico, un metal pesado. Como tal, se acumula en el cuerpo y puede causar problemas de salud.
  • Alga Nori. Cuyo nombre científico es Porphyra umbilicales, es una de las algas más consumidas en todo el mundo. De tamaño pequeño y de color rojo o púrpura, se transforma en negra al secarse y, al final, alcanza un color verde cuando se cuece. Es rica en provitamina A y destaca por un efecto remineralizante, idóneo para favorecer un óptimo crecimiento del cabello o las uñas. Es rica en vitaminas, minerales y yodo, lo que previene enfermedades provocadas por el déficit de este, y adecuada para el cansancio, fatiga, periodos de convalecencia, problemas de piel o para fortalecer el sistema nervioso. Su sabor es muy suave y es un perfecto acompañante de ensaladas o caldos.
  • Alga Arame. Es una de las más preciadas dentro de su clase. Es de color pardo y oscuro y su manipulación es delicada. Destaca por elevadas dosis de calcio, fósforo, yodo, vitaminas A, B1 y B2. Su consumo favorece la circulación sanguínea, la hipertensión o los problemas de bocio. Es de sabor dulce y combina con toda clase de preparaciones culinarias, vegetales, carnes, pescado o pastas.
  • Alga Kombu. Es otra variedad que destaca por su poder remineralizante y su elevado contenido en yodo. Se caracteriza también porque facilita las digestiones y disminuye las flatulencias. Es un alimento con un sabor pronunciado, que potencia los alimentos con los cuales se cocina, y rica en ácido glutámico, aminoácido que le da un sabor característico. Podría ser un sustituto de la sal para la elaboración de alimentos procesados, una hipótesis aún en fase de estudio. Se puede servir hervida como guarnición de carnes o pescados, como ingrediente para guisos, pasta o arroz, para complemento en ensaladas o, incluso, en polvo para adicionar en pizzas.

PESCADO AZUL, BUENO PARA TU COLESTEROL


Podemos enumerar varios puntos donde el pescado azul beneficia a nuestro organismo:
  • Mejora la circulación y evita los coágulos. Los ácidos grasos poliinsaturados del pescado azul dan lugar a una serie de compuestos con actividad biológica que licuan la sangre y disminuyen la formación de trombos coronarios y cerebrales. Además, estos ácidos grasos favorecen la dilatación de los vasos sanguíneos, facilitando la irrigación de los distintos órganos.
  • Reduce los niveles de colesterol y triglicéridos. Los omega-3 impiden que se produzcan depósitos de grasa que obstruyen los vasos sanguíneos.
  • Estimula el desarrollo cerebral y de los tejidos oculares. El consumo de omega-3 mejora la actividad cerebral y mantiene en buena forma la visión.
Bueno, en muchos casos pensamos que puede no ser suficiente el pescado azul que ingerimos, por eso muchos se plantean cuál es la mejor forma de aprovecharlo mejor. Pues congelado, fresco o en conserva, debemos tomar de 200 a 400 g a la semana, es decir, entre 20 y 50 g diarios, o lo que es más o menos lo mismo, de 2 a 4 raciones semanales.

CONSEJOS PARA CONTROLAR LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL



Cuando el médico te diagnostica hipertensión arterial, tú puedes hacer algo más por rebajarla que limitar el consumo de sal de tu alimentación. La hipertensión implica mucho más que eso. De hecho, consiste en la resistencia que ponen las arterias al flujo normal de la sangre impulsada por el corazón. En este proceso fisiológico influyen factores genéticos, otros problemas de salud, la edad, la alimentación...Lo que sí puedes hacer es poner en práctica las siguientes 10 pautas. Con ellas conseguirás acercarte al ideal propuesto por los especialistas: que tu tensión no suba de 140-90 mm/Hg (14 de máxima y 9 de mínima, para entendernos).
Cuando las cifras de tensión arterial se disparan, corres el riesgo de que tu corazón o tu cerebro paguen los platos rotos (en forma de infarto o de ictus). Pero siguiendo unas sencillas medidas, no resulta difícil controlar la hipertensión. A continuación enumeramos 10 de ellas.


  • Reduce la sal en la comida. No es un tópico gratuito. La sal, por su contenido en sodio, puede elevar las cifras de tensión arterial. Se calcula que el consumo medio de sal de una persona por día es de 10-15 g, cuando lo aconsejable, en casos de hipertensión, es que no supere los 5-6 g. Así que sustitúyela por especias y evita los alimentos ricos en sodio.
  • No te pases con es peso. La obesidad es un factor de riesgo. Los expertos consideran que una reducción de 4 o 5 kilos es suficiente para hacer descender las cifras a niveles razonables. para ello, disminuye la ingesta de calorías diarias y de grasas saturadas en tu dieta.
  • Hazte controles periódicos. No hace falta que te obsesiones, pero sí es conveniente que cada año te sometas al juicio del tensiómetro. Esto es más necesario a partir de los 50 años, ya que la edad es un factor de riesgo para la hipertensión.
  • No dejes el tratamiento. Desengáñate: para la hipertensión no hay ningún remedio definitivo. Es una enfermedad crónica que necesita ser controlada de por vida. Por ello,cuando el médico te prescriba el tratamiento, no te desesperes por tener que cumplirlo siempre, y no lo abandones.
  • Haz deporte con frecuencia. El ejercicio practicado regularmente hace descender la tensión por varias razones: produce un efecto de vasodilatación (disminuyendo la presión que ejercen las arterias) y mejora el metabolismo de las grasas (implicadas en la hipertensión). Por ello, los expertos aconsejan realizar deporte aeróbico (nadar, correr, montar en bici) en sesiones de 30 minutos, dos o tres veces por semana.
  • Usa tu propio tensiómetro... Si adquieres la sana costumbre de medirte la tensión, ¿por qué no te haces con un buen tensiómetro y controlas tí mismo las cifras? Automedirse la tensión ofrece datos más fiables que si lo haces en el médico, pues evitas el llamado síndrome de la bata blanca: muchas personas ven cómo se elevan sus cifras por el simple hecho de ir al médico, se ponen nerviosas.
  • ...Siempre a la misma hora. La tensión arterial no refleja los mismos valores por la mañana que por la noche (es más elevad a primera hora del día), o si la mides nada más realizar ejercicio que si estás en reposo (el deporte aumenta los niveles tensionales). Por ello, lo mejor es tomarse la tensión siempre a la misma hora del día y en las mismas condiciones ambientales.
  • Deja ¡ya! el tabaco. No sólo es por daño cardiovascular que producen los cigarrillos. Es que la nicotina ejerce un efecto presor agudo, agravando el problema de la presión de las arterias. En la media hora que sigue al consumo de un cigarrillo las cifras de la presión arterial se elevan.
  • Grasas y azúcar, lo justo. Un problema añadido de diabetes o de exceso de grasas en la sangre (sobre todo si son saturadas, presentes en los alimentos de origen animal) hace necesario que el hipertenso siga una dieta para reducir azícar o grasas, ya que estos factores afectan a la presión arterial.
  • Lee bien los prospectos. Algunos medicamentos para tratar enfermedades crónicas ejercen un efecto presor sobre las arterias. Es el caso de antiinflamatorios, esteroides, anticonceptivos orales y simpaticomiméticos. Lee bien los prospectos de los fármacos que tomas si eres hipertenso.