diumenge, 20 de setembre del 2015

LA VITAMINA D Y EL TONO DE PIEL



Los seres humanos, a diferencia de otros primates, tienen la piel desnuda y de color variable. Según los antropólogos, el tono de la piel depende, en parte, de la zona geográfica: los pueblos cercanos al ecuador tienen la piel más oscura, mientras los que están más cerca de los polos tienen la piel más blanca.

Sin duda, la pigmentación de la piel humana está vinculada a nuestra evolución. La capacidad de la epidermis (piel) de adaptarse al paso de los largos períodos de tiempo, refleja su importancia para la supervivencia. Según datos antropológicos, los Homo Ergaster necesitaron recubrir grandes distancias diarias para sobrevivir, por lo que necesitaron desarrollar un óptimo sistema de refrigeración para mantener el cuerpo fresco y proteger los órganos como el cerebro de un exceso de calentamiento. El resultado fue el desarrollo de un mayor número de glándulas sudoríparas y la pérdida del pelo corporal según Peter Wheeker de la John Moores University de Liverpol.

La pérdida del pelo necesitó generar nuevas adaptaciones para protegernos de los efectos dañinos de los rayos ultravioleta (UV): la melanina. La melanina es una molécula producida en los melanocitos que tiene una doble función: filtrar ciertos efectos nocivos de los UV (como la destrucción del ácido fólico) y neutralizar parte de los radicales libres producidos en la piel cuando estamos expuestos al Sol.

A medida que los hombres se fueron aventurando fuera de los trópicos y adentrando en tierras con menor irradiación de rayos UV, la piel de los Homo Sapiens tuvo que experimentar adaptaciones para sobrevivir. La protección excesiva contra los rayos UV presentaba un problema importante: el déficit de vitamina D. La piel con mucha pigmentación reduce la penetración de los rayos UV, sobretodo los UVB responsables de la activación de la vitamina D. Entonces, perder parte de la pigmentación de la piel fue la adaptación de aquellos Homo que emigraron hacia el norte. La vitamina D es vital para el correcto funcionamiento del organismo y también para la reproducción y desarrollo de los seres humanos. ¿Quizás por este motivo, las mujeres tienen un 3-4% la piel mas clara que los hombres?

Además, las evidencias nos muestran que la alimentación y la cultura también ha tenido cierto impacto en el tono de la piel de los pueblos. Los Inuit, pueblo de Alaska y norte de Canadá, presentan una piel más oscura que la mayoría de las poblaciones del norte. Sólo hace 5000 años que han emigrado al norte del continente americano, y por lo tanto, podrían tener la piel más oscura, porqué la adaptación aún se estuviera llevando a tiempo, pero parece ser que la dieta ha jugado un papel importante. Los Inuit, que se alimentan principalmente de pescados y mamíferos marítimos tienen una dieta muy alta en vitamina D y por lo tanto, han podido conservar la piel más oscura, unja prueba más que la evolución sólo promueve cambios si son necesarios para la supervivencia.

Respecto a la influencia de la cultura en el desarrollo de la pigmentación de la piel lo podemos encontrar en África. En los márgenes del mar Rojo encontramos dos poblaciones con costumbres diferentes y tonos de piel diferente. Por un lado tenemos las tribus de la zona occidental, que han habitado esta región desde hace más de 6000 años tienen una piel muy pigmentada, con cuerpo delgados y extremidades largas, lo que indica que están muy adaptados a disipar calor y protegerse de la radiación UV. En cambio, por otro lado, tenemos a grupos modernos agricultores de la zona oriental del mar Rojo. Éstos grupos que han vivido allí desde hace sólo 2000 años, se cubren con vestimentas totales y pesadas, y viven bajo las sombras de los toldos de tela. Algunos antropólogos opinan que si no fuera así, su piel se hubiera tenido que oscurecer a mayor velocidad para poder sobrevivir.

En la actualidad los déficits de vitamina D son una epidemia. La poca exposición al Sol y la migración de los pueblos a grandes velocidades (por ejemplo, personas africanas que viven en el Reino Unido) son algunos de los factores de riesgo más importantes. El mal funcionamiento del sistema inmune provocado por un déficit de vitamina D se relaciona con un gran número de patologías e incluso con una disminución del rendimiento deportivo, por lo que tomar el Sol con regularidad y sentido común, se puede convertir en nuestro mejor aliado.

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